Mostrando las entradas con la etiqueta arquitectura. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta arquitectura. Mostrar todas las entradas

12 octubre 2021

De Pisa al Felipe Angeles

 Autor: @erni_megamente

Tal vez el suceso por sí mismo no sea lo catastrófico como lo sugirió el arquitecto Axel Belfort, lo que en definitiva suena por demás catastrófico es permitir que una noticia de tal relevancia sea comentada por una  lectora nerviosa y tartamuda como fue el caso de la diputada suplente Ana Elizabeth García Vilchis, en relación a los 18 centímetros de inclinación manifiestos en la torre de control de lo que será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).



Poco o nada entendible es la estrategia de no permitir salieran al paso los militares especialistas cuando corrió el rumor basado en una simplona fotografía tomada con un gran angular que exacerbó los ánimos de la ignorancia al respecto, pues no existe lente de alta gama que pueda demostrar el tamaño de la tendencia salvo con equipos de precisión como fue confirmada la especie, en corto, por el personal castrense encargado de la obra.


Para el grueso de la población sin conocimientos de arquitectura no es normal que una construcción se ladee, como dirían los antiguos, sea por cuestiones estructurales o porque el suelo es fangoso como bien se supo no desde el principio de la obra sino de tiempos inmemoriales pues apenas a unas decenas de kilómetros los Mexicas encontraron un águila sentando sus reales en el nopal devorando la serpiente a  medio lago, según cuenta la leyenda.
 

Sin catastrofismos la torre de Pisa, en Italia, lleva más de 800 años inclinada. En la actualidad su declive es más/menos de 5 metros y no es la más pendiente del mundo pero sí la más visitada. No es una propuesta para montar un circo y cobrar al público para ver la torre inclinada del AIFA, simplemente se necesita un profesional que asuma responsablemente la situación y con conocimiento haga pública la posibilidad de hundimientos o asentamientos diferenciales controlados en el Felipe Ángeles, porque 18 centímetros de desplome en tan corto tiempo también pueden obedecer a un error de cálculo según  palabras de algunos entendidos del asunto.
 


 

Sin que nadie se rasgue las vestiduras o desmaye en el escenario como elementos de distracción, los responsables operativos AIFA no deberían dejar un día más sin salir al paso para aclarar la situación estructural del nuevo aeropuerto en comparación con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde el pan nuestro de cada día son los problemas con las pistas provocados por los hundimientos, lluvias, desprendimiento de asfalto, grietas y fracturas.
 

Tal vez un reporte ejecutivo sobre la seguridad en el AIFA traería algo de tranquilidad y confianza opina la gente de la iniciativa privada así como muchos ejecutivos de aerolíneas nacionales, quienes han expresado en petit comité su malestar ante la falta de comunicación de las autoridades para hacer de su conocimiento  cómo se trabajaría en la terminal de Santa Lucía, porque en definitiva no están dispuestos a duplicar sus gastos operativos.
 

Por lo pronto ya se dice en los corrillos aeronáuticos que el gobierno pretende enamorarlos con grandes  paquetes a bajo costo para que por las buenas algunas líneas nacionales trasladen sus operaciones al AIFA, y digo nacionales porque a las internacionales no les interesa como ya demostraron abiertamente los canadienses.


Hasta la próxima amigos de MIG.