Mostrando las entradas con la etiqueta militar. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta militar. Mostrar todas las entradas

16 septiembre 2021

El Precio de viajar en un Black Hawk

 El Precio de viajar en un Black Hawk

  • Aún en Tiempo de Paz se Registran Bajas 

    Autor: Ernesto Chávez Ramos


 

 
 
 
 
 
 
 
Eran las 05:30 en la madrugada del 16 de septiembre y ya el equipo de MIG hacía acto de presencia en el acceso al nuevo aeropuerto militar en la base aérea de Santa Lucía donde era la cita con el personal de  comunicación social de la Secretaría de Marina.


Son casi las 7 pero se sigue sintiendo como si fuera de madrugada cuando iniciamos el acceso a las obras de lo que a partir de marzo del 2022 será el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles compartiendo espacio con la Base Aérea Militar. Abruma el vértigo con que se desarrollan los trabajos al parecer las 24 horas de todos los días por donde nos abrimos paso hasta entroncar con la parte militar casi terminada o por lo menos una obra muy avanzada a la que pocos meses le faltan para operar al cien por ciento de su capacidad.


Fuimos invitados por la Armada de México para testimoniar desde el aire las maniobras con las que personal de las instituciones militares del país tripularon 71 aviones de ala fija y 28 helicópteros para surcar el espacio mostrando conocimiento, destreza y habilidad en formaciones que llamaron poderosamente la atención a todos los habitantes de la Ciudad de México que pudieron disfrutar el
fugaz pero estético vuelo de las aeronaves como parte del desfile militar para conmemorar 211 años de consumada la independencia. 

Fue por una amplia e iluminada avenida que en cuestión de minutos llegamos a la zona de hangares para cumplir el obligado requisito previo de revisión: Primero, oxigenación y presión arterial. Superado el obstáculo inicial otro facultativo procede a checar ojos, oídos y garganta.


Aquí fuimos testigos cómo en el medio castrense aún en tiempos de paz lamentablemente se pueden sumar bajas. Pero bueno, no dejen que su imaginación les lleve al extremo: Es lamentable porque algunas personas dejan de cumplir con la misión encomendada al causar baja en los planes de vuelo por no aprobar los exámenes de salud a causa de presión alta, baja oxigenación, etc. etc. 

Porque nadie se puede llamar engañado si llegara a pensar que abordar una maravilla como es el UH60M Black Hawk es igual que transbordar a empujones y mentadas en la estación del metro Pino Suárez ¡Claro que no, nunca de los nuncas! Ni al Black ni a aeronave alguna perteneciente a la Fuerza Aérea Mexicana, a la Marina Armada de México ni a la Guardia Nacional donde prevalecen las más estrictas medidas para la salud, la seguridad y el cuidado de los equipos bélicos utilizados en tiempos de paz para beneficio de  personas afectadas por contingencias.

Pero no se crea que todo es miel sobre hojuelas luego de aprobar el examen médico y abordar el helicóptero, muchas veces el precio que se paga en las alturas es más caro que el de perder un vuelo si se apodera de ustedes la maldita cinetosis, aquella que siempre viaja de encubierto y cuando menos los esperas se apodera de las personas más sensibles o, por qué no decirlo, vulnerables. Pero vamos, no hablo de secuestros, espías ni nada que se parezca, simplemente me refiero al mareo cinético que entre todas las cosas que provoca puedes llegar hasta el vómito.


Eso si es para el resto de los viajeros pagar un alto precio por el viaje y sobre todo cuando son cuatro los predispuestos, en una sola nave, quienes debieron hacer uso de las bolsitas plásticas para no hacer más grande la tragedia.


Así las cosas a las 10:20 de la mañana el personal destacado para el efecto informa a los civiles sobre el procedimiento para abordar, desembarcar y en su caso evacuar el helicóptero. Acto seguido se presenta la tripulación para abundar en pormenores y dejar todo muy claro. A las 10:40 procedemos al abordaje para incómodamente sentados observar desde una posición privilegiada el carreteo de los Hércules C130. De los T6C cuyas funciones muchas veces son de escolta y pueden ser artillados con lanzacohetes,  ametralladoras y bombas.

Mientras fijaba el cinturón de seguridad eché una miradita a los Spartan C27J, naves por demás necesarias durante la aplicación del Plan DN-III y en el entrenamiento de los paracaidistas. En fin que por más de media hora pasaron y pasaron para deleite de mi pupila hasta que por fin llegó el anhelado momento: las
puertas de nuestro Black Hawk matrícula 2305 se cierran y comenzamos a carretear hasta el punto de partida en que iniciamos el vuelo y nos unimos con el resto del escuadrón.

Hasta lo incómodamente sentado se olvidó una vez que pudimos disfrutar de un maravilloso espectáculo aéreo ya que fueron no menos de 10 ocasiones en que vimos las escuadras de aviones volando en una dirección diferente a la nuestra, bueno, hasta el repentino enfrenón y la corrección de rumbo para cruzar arriba de Palacio Nacional la consideré peccata minuta estando en manos de expertos pilotos marinos. Sin amarillismo el asunto, simplemente había que seguir al líder en una formación cuasi perfecta por donde no se había volado toda vez que la práctica previa se canceló por mal clima por eso lo insisto, se trata de un detalle apenas perceptible para quienes hemos volado desde hace varias centurias y que seguimos confiando en la capacidad, habilidad y destreza de nuestros pilotos mexicanos.

Y en el aire estuvimos por casi tres horas tomando datos, fotos, videos pero sobre todo sorprendidos por la capacidad creadora del ser humano porque, sí, ya sé que doy mucha lata con la tonadita del incómodamente sentados pero es la verdad, los asientos no son la mejor parte de los Black Hawk porque no está equipado como un ejecutivo donde hasta la cubeta heladera para enfriar la champagne se encuentra integrada entre los asientos para evitar la fatiga de estirarse mucho.
  

Esta maravilla de aeronave es un trasporte utilitario de carga media, es elegido para el traslado de tropas y cuenta con un variado armamento para el combate aéreo, en síntesis, es fiel representante de la más alta tecnología adquirida por nuestras fuerzas armadas. Y allí estaban todos o casi todos, muy ufanos mostrándose ante la ciudadanía como una señal subliminal de seguridad y confianza de nosotros hacia ellos y sus eficientes tripulaciones.
 

Y mientras por aire los escuadrones de aviones y helicópteros cruzaron la ciudad un buen número de veces, abajo, en el pie a tierra marchaban más de 15 mil integrantes de las fuerzas armadas que incluyen al Ejército Mexicano, a la Armada de México y a la Guardia Nacional acompañados este año por 475  integrantes de delegaciones extranjeras como Reino Unido, Irlanda, Francia, Rusia y Colombia.
 

Ellas y Ellos abajo marchando y nosotros surcando los cielos y aplaudiendo la perfecta maniobra que une a todos los escuadrones de helicópteros en uno solo y así mostrarse los últimos 40 minutos del desfile aéreo. 

Y no me canso de reconocerles: aterrizaje perfecto, carreteo hasta su posición y 5 minutos de espera para  que los rotores se mostraran totalmente estáticos, entonces sí, a desembarcar, a estirar las piernas y a extrañar la incomodidad de mi asiento al que ojalá, tal vez, el próximo año vuelva a ocupar aunque tenga que pagar el precio de encontrarme con un pasajero cinético. Saludos amigos de MIG.